El Cielo Dorado.
Las almas cobijadas
en la sombras de las olas
se marchan tras un
Sol que ahora descansa,
encienden corazones
apagados y marchitos,
dejando que
naveguen sentimientos salineros
dormidos entre mástiles
varados en el lodo.
Buscando entre el
murmullo de mareas
la paz de aquel
ocaso, que entre besos,
enciende corazones
encendidos y valientes
que esperan con
sabores marineros
dormir entre las
nubes varadas en los sueños.
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