miércoles, 26 de febrero de 2020

FECILIDADES


FECILIDADES

 

Pasados ya los años sin plural

descubres lo cansado del lamento,

lo triste de esa queja en sequedad,

las culpas y reproches, desvaríos,

mentiras del lamento que vendrá.

 

Pasadas ya las olas queda orilla,

lo bello de una vida ya pasada,

el dulce crepitar del que vendrá

el no pensar en nada nunca más,

y así sentir la ola, disfrutarla,

lejanas la siguiente que vendrá,

y así, cuando ella llegue, sin recuerdos,

saber besar la ola del presente

al ritmo de un pasado ya olvidado

y ajeno a aquel futuro… que vendrá.

 

 

 

HORIZONTES


HORIZONTES DE MAR

 

Regresas a buscar aquellos besos,

los besos de las olas y del mar,

los besos de ternura y humedad,

plagados de esa calidad bondad

que nace en mareas de cristal,

reflejos de tu misma claridad.

 

Regresas a la orilla que cobija,

la orilla que cobija esa antigua soledad,

la misma desterrada por los besos,

la misma que se ha ido perdiéndose en el mar.

 

Regresas, regresas con las olas,

no buscas ni la paz ni soledad

tan solo ya disfrutas de los rayos,

disfrutas de es sol y su verdad.

 

Descubres aquel cálido reflejo,

lo sientes y no buscas nada más,

no aquietas ni retines esos ríos,

sonríes y disfrutas… de tu mar.

 

 

PAZ


PAZ

 

Te miras desde fuera viendo dentro

que culpas al pasado por pasar,

que sueñas con futuro imaginario,

que vives sin presente ni final.

 

Te miras de reojo asolapado,

perdido entre las nubes y un compas,

y al fin te sientes pleno comprendiendo

que solo se es feliz sin esperar.

 

Descubres que si esperas desesperas

que el mar siempre regresa y no es verdad,

que olas que ahora mueren nunca nacen,

pues nuevas son las olas que vendrán

y al fin sin esperarlo allí lo encuentras

pues dentro de ti solo … esta la paz.

 

ENCUENTRO




ENCUENTRO

 

Te vuelves a la orilla despejada,

allí donde la sal no sabe igual,

te vuelves a ese mundo de mareas

que ríen o se aquietan en su paz

dejando que las nubes sobre el fondo

dibujen gaviotas al pasar.

 

Te vuelves a la orilla adormecida,

te sientas en la roca sin pensar

dejando que el amor lo invada todo

dejando que tu sueño sea el soñar.

 

 

 

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