ENCUENTRO
Te vuelves a la orilla despejada,
allí donde la sal no sabe igual,
te vuelves a ese mundo de mareas
que ríen o se aquietan en su paz
dejando que las nubes sobre el fondo
dibujen gaviotas al pasar.
Te vuelves a la orilla adormecida,
te sientas en la roca sin pensar
dejando que el amor lo invada todo
dejando que tu sueño sea el soñar.
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