LLAMAS.
Sentado
en esa puerta del olvido,
descansando
del cansancio que no cesa,
ese mismo
que el reposo no contesta,
ese mismo
que no calma con la siesta
el que no
encuentra la paz en esa noche
y amanece
con la aurora sin reposo…
Dormitando
tras su puerta con el ansia
del sonar
de una llamada que no llega,
esperando
la palabra que me abrace
sin el
tino y concierto del deber…
Sentado
esa puerta del olvido,
dormitando
tras la puerta con el ansia…
se
descubre que la entrega es el camino
no se
sabe si al amor… o al desatino…
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