LA LUZ
Nada pasa, nada llega, nada se queda
detrás,
pasos van dando la vida en eterno
despertar,
como olas que se apegan sin separarse del
mar,
como soles en la orilla en su sombra
cobijar.
Nada pasa, nada llega, y al final sin
vuelta atrás
vas contando aquellas horas, asustado de
verdad,
pensando que aquella cresta te va
anunciando el final,
el final de tu camino, el que llega en
soledad.
Nada pasa, nada llega, y al final no pasa
“na”,
vives el susto en silencio, sin importar
el penar,
pues muchos lloraran en muerte
lo que en vida, sin saberlo, no supieron
disfrutar.
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