DESDE EL BALCÓN
Desde el balcón de tus sueños te veo
dormitar
contemplo tu rostro de paz infinita penar y
pena,
y al fin yo comprendo que el mismo balcón
de la luna
prendido de espumas nos viene de nuevo a
unir en tu mar.
Se escapa la queja que en lagrima viva se torna
voraz,
suspira la espera, la distancia eterna que
une el encuentro sobre la ciudad,
que pocos los días, que larga mirada, que triste
pasar
contando los días que faltan al mundo para
suspirar
y allí en el balcón, perdida la pena,
suspiro en silencio esta soledad.
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