Renacido
Perdida la
esperanza entre la arena
mis manos siempre
prestas al olvido,
me siento sobre un
mar de nubes negras
pensando que murió
en aquel pasado.
Recojo sin rencor
su triste aurea
dejando que el
dolor se quede al lado,
silencios que me gritan al oído
que el mar que ya
no miro esta allá abajo.
La vista sobre el
cielo queda lejos
y el Sol que no
calienta trae tristezas
por todo aquel
dolor que yo ahora dejo.
Y allá, sobre una
ola que se pierde
la luna me recuerda
que un mañana
renace ya en el
pecho que ahora miro.
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