AUSENCIA
Lejos de aquellas marismas,
lejos del cortejo azul
que en las marismas del cielo
te acogieron con tu luz,
y al amparo de tus risas
recuerdo el leve rumor
de tus olas y tu brisa,
tus miradas con amor.
Partidas tan previsibles
como el murmullo del mar,
aun así, incomprendidas,
pues no esperas la partida,
sueñas eternas marismas
sabiendo que secaran,
que a los cielos llegan brisas
como las olas del mar…
Lejos de aquellas marismas
a Rocina emborregadas
ya te entregas en enero,
partes raudo hasta sus plantas
como en llamada de Paz,
y cerrando aquellos ojos
tus rocinas son un cielo
donde eres peregrino
dejando este mundo… atrás.
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