PALOMAS
Eso gozo inusitado en la marea,
esa paz dulce Rocio de aquel comienzo,
esa vida, que nacida en los eneros
se alimenta del recuerdo anochecido.
Una vida que cuajada de alegría
nos ayuda a soportar esa partida,
de quien solo dijo adiós con la mirada
y partió serenamente a la rocina.
Hoy recuerdo con ternura sus palabras
las palabras que nacieron de la fe,
y que él como su mantra repetía…
Señor de infinita bondad,
que tan jodidos nos tienes,
será porque nos conviene…
hágase tu voluntad.
Hoy comprendo lo complejo de la vida,
las marismas
los reciben con amor
y ha dejado con nosotros para siempre
la Paloma que llevó en el corazón.
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