EL ROCIO DE LA
BAHIA
Me siento sobre tus
olas
contemplando una
bahía,
rezando al viento
en silencio
mientras llega el
mediodía.
Cabalgó a lomos de
un mar
por las marismas
azules
de unas rocinas
plateadas
que me llevan a su
altar.
Cambio el zahón y
los botos
dejo el cañero en
la esquina...
miro su mar... y la
veo..
Y con su mano en la
mía
siento en mi pecho
el calor
la fragancia de los
pinos,
y en mi boca hasta
el sabor
de la arena del
camino.
Ahora tiene su
sentido,
tengo en mi casa un
tambor,
y un Belen que es
mi Rocio...
y a Ella en el
corazón.
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