Hasta
la orilla del mar
lleve
yo mis pensamientos,
mis
temores y tormentos,
mis
mas tiernos sentimientos.
En
la orilla de ese mar
me
senté para olvidar
pues
el amor que sentía
lo
tenía que desterrar.
Allí,
llorando en silencio,
lágrimas
de sal y mar
limpie
de heridas mi alma
y
de amor mi corazón,
dejando
que ellas rodaran
y
las olas las llevaran
donde
poder reposar
y
por fin, y por fin
logre
olvidar.
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