ESPINAS
DE DOLOR
I
Cuando
cruzan la mirada
llamaradas
de placer
cruzan
la faz de la amada
y
sueñan poder querer.
II
La
triste tez dolorida,
cortando
rojas mejillas
con
surcos de fría agonía,
son
ya cálida armonía.
III
El
llanto llego a su cara
inundando
de dolor
la
soledad mas amarga
mientras
mudaba el color.
IV
Que
triste melancolía,
saberse
correspondido,
y
comprobar a la par
el
engaño en que ha caído.
V
Armoniosa
soledad
que
acompaña sus sollozos,
mientras
recuerda en silencio,
los
ecos de sus abrazos,
el
roce de sus palabras,
la
amargura de una lágrima.
VI
Recordar
no quiero
la
miel de sus ojos,
pues
esa sed que me dan
solo
tus labios la apagan
y
no me los quieres dar,
VII
Si
triste es la soledad
mas
aun lo es el vacío
que
produce la verdad.
Mas
si verdad has querido
y
en buscarla has afanado,
Solo
te queda el gemido.
VIII
Que
agonía ver desolados
por
una fría palabra
miles
de gestos soñados.
Mientras
su aroma aspiraba
yo
la deje sin recelo
que
su daga me clavara.
IX
Como
vengar las afrentas,
de
alguien que trajo ruina,
y que sin ser mi parienta…
la
quiero cual cosa mía.
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